jueves, 17 de febrero de 2011

Santi Santamaria, defensor de la tradición


El cocinero del restaurante Can Fabes, Santi Santamariafallecido a los 53 años y que sumaba siete estrellas entre los cinco restaurante en los que ha trabajado, fue también el primer cocinero catalán de España en conseguir tres.

Nacido el 26 de julio de 1957 en Sant Celoni, fundó allí en 1981, junto a su esposa Àngels, su restaurante más laureado, Can Fabes: en 1988 obtuvo la primera estrella Michelin; en 1990, la segunda, y en 1994, la tercera.

Además, era propietario y colaboraba con otros cuatro restaurantes: el Santceloni en Madrid --con dos estrellas Michelin--; el barcelonés Evo en el hotel Hespera Tower --con una--; el Tierra en el Valdepalacios Hotel Gourmand --con una también--, y el Ossiano, que abrió en 2008 y que ubicado en el Atlantis the Palm, en la costa de Dubai.
Fue admitido como miembro del Relaix & Chateaux en calidad de Relais Gourmand durante el congreso mundial que la asociación celebró en Quebec, e ingresó posteriormente en el reducido club de Traditions & Qualité, Les Grandes Tables du Monde.

También ha escrito diversos libros, el primero de los cuales en 1999 cuando salió a la venta La cocina de Santi Santamaría, la ética del gusto, que recibió numerosos premios gastronómicos.
En el año 2000, la Guía Michelin de España y Portugal consideró Can Fabes como el mejor restaurante de España, tras renovarle la tercera estrella y calificarlo con cuatro tenedores rojos.

Colaborador de La Vanguardia desde hace años, ha escrito otros libros como El mundo culinario de Santi Santamaria. El gusto de la diversidad, La cocina es bella, El restaurante y La cocina al desnudo.

Antes de que el libro se pusiera a la venta, su contenido suscitó una agria polémica con otro de los cocineros catalanes más reconocidos internacionalmente, Ferran Adrià, propietario de El Bulli.
Santamaría criticó la apuesta culinaria de algunos chefs que "llenan sus platos de gelificantes y emulsionantes de laboratorio", dejando claras sus diferencias con Adrià y su cocina molecular.
Fuente: Europapress


3 comentarios:

  1. la verdad que una muerte no agrada a nadie ,es una gran perdida a lo que culinariamente se refiere , pero visto las redondeces que tenia creo que este señor se tenia que haber cuidado un pokito mas

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  2. Una pena para la cocina española!!! Se fue uno de los grandes!!! (Marta)

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